domingo, 27 de octubre de 2013

Trabajo y vocación



Todavía recuerdo mi último día del instituto,cuando me quedaban para obtener el título de la E.S.O, tres   dichosas    asignaturas. Lengua y literatura, Ciencias sociales e Inglés.

El verano anterior a terminar el insti, un amigo me ofreció trabajar ese verano en su hotel como ayudante de cocina. 
Ese verano era todo perfecto, tenía 15 años, un sueldo perfecto para mi edad, prácticamente el único de mis colegas, que tenía papel verde para nuestras grandísimas juergas, bebiendo sandevid, en la playa de la malagueta, a 40 grados bajo el sol, después de salir de trabajar.
Eso si que era vida, haciendo lo prohibido, muy públicamente y a nuestras anchas en la playita-vertedero de Málaga.
A eso le sumabas un McDonald en toda regla para cada uno de los colegas. Wao que recuerdos jajaja.

En fin, todo era perfecto, era un trabajo que no era difícil, hacia lo que me daba la gana, obtenía dinero y no me mataba mucho currando.

Y vino el momento, el gran momento decisivo donde mi vida profesional iba hacia una dirección donde en un futuro, sería lo que podemos llamar, un gran fracaso en toma de decisiones.

Bien como contaba, llegaba ese gran momento, una tutoría cara a cara con mi gran profesor de lenguaje, que casualmente era mi tutor y que... Casualmente!! Me pillo en el examen de fin de curso, con nada más y nada menos, que con 20 malditas chuletas. 20 chuletas!!! En qué cojo... Estaba pensando??? Jajaja.
Bueno el empezó con una pregunta muy sencilla pero que a su vez, para un chico de 15 casi 16 años, era todo un mar de líos.
¿David... (3 segundos de pausa) que quieres hacer en la vida, en un futuro?
Ups, madre mía, gotas de sudor frío, me recorrían todo mi cuerpo, y las orejas se encendía como de un candil se tratara.

Eh.................

Bueno David como no sabes que contestar por lo que puedo observar, te quiero proponer una cosa.
Si me prometes ( y aquí viene la gran ayuda escolar de este país) que nunca vas a rellenar ninguna solicitud para un bachillerato y solamente te vas a dedicar a aprender un oficio, yo hablo con la profesora de sociales para que apruebes su asignatura y la mía, para que obtengas el título y al menos tengas un título en tu vida.

Ole tus cojones!!, Profe, te has lucido.

Claro yo tenía 16 creo ya no estoy muy seguro, y repetí tercero, ya no quería repetir nunca más y estaba engolosinado con el dinero de los veranitos.
Iluso de mi y cegado por mi grandísima vida, le dije... He estado trabajando Profe como ayudante de cocina y la verdad que me ha gustado, yo quería meterme en bachillerato de artes que me gusta mucho más pero si usted me da esa opción pues la cojo. 

En ese momento, es donde pegó un gran crujido mi enlace con mi vocación, se separaba para darle paso a lo que sería mi profesión, cocinero profesional.

Ya tenía mi título y otro verano en la cocina y la buena vida. Todo era perfecto ya que mis padres consiguieron a través de un amigo meterme en la escuela de hostelería de la rosaleda.
Iba a empezar mi gran carrera con tanta ilusión, que no cabía en mi mismo. De hecho continúe y continúe, siendo uno de los primeros en mi promoción, siendo un excelente alumno en todas las asignaturas, los profesores me mandaban a trabajar a diferentes cocinas profesionales para ganar algún dinerito extra y para que cogiera soltura. Ese privilegio sólo lo tenían los mejores de la clase.

Después de este curso, de nuevo mis padres consiguieron meterme en otra escuela aún mejor, la Consula, una de las mejores de España y la mejor de Andalucía.

Pero... En mi cabeza poco a poco todo cambiaba, las grandes horas que pasaba depié en una cocina, los jefes de cocina que chillaban, el estrés de un servicio al público, altas y bajas temperaturas que tenía que soportar en el cuerpo, falta de tiempo para estar con mi gente. Fuera vacaciones, fuera fin de semanas libres y sobre todo, fuera hacer lo que me gustaba, se iba cada vez más alejado fuera del alcance de mis manos.

Enseñar y tratar niños, dibujar y pintar con ellos, esa era mi vocación. Deje pasar años y años, cambiando de trabajo, de llegar al punto de que hoy en día, tengo 25 años y he tenido más de 20 trabajos diferentes, para soportar sin aburrirme y caerme en la vida, mi profesión.

Ahora me veo inmerso en una tristeza inmensa, donde parece que no hay salida para cambiar mi rumbo, cambiar completamente todo esto. Quiero pensar que se puede, y se que se puede, pero es tan difícil cuando la sociedad de hoy en día te dice, chico no seas tonto con la que esta cayendo con esta crisis, que si no hay trabajo, que si tu profesión tiene mucha salida, que si es una locura cambiar ahora y más cuando te has casado y tienes que mantener una familia, porque eres el hombre de la casa. Que sí tu profesión en muy bonita ( bonita? Has estado alguna vez en una cocina? Has soportado alguna vez ese nivel de estrés?, has estado alguna vez 17 horas de pie seguidas sin descansar ni un momento? Te han puteado hasta tal punto de rebajarte a nivel de una mierda? Umm... Preciosa.) que no es para tanto. 

Pues bien ahora quiero deciros, que estoy dispuesto a cambiar eso, estoy dispuesto a poco a poco quitar de mi vida toda esta falsa de mi grandiosa vocación y demostrar que sí se puede, que puedo volver a retomar mi verdadero camino y algún día podré decir, pues no tengo sensación de trabajar porque como me encanta mi trabajo, no me lo tomo como un trabajo sino algo que me gusta hacer.

Quiero empezar a estudiar para sacarme el título superior en educación infantil. Si, eso que a tanta gente lo le gusta, andar con personitas, limpiar babas, mocos, cambiar pañales, repetir mil veces una frase, reír, jugar, llenarme me comida de estos personajillos, etc... 

Si, esa es mi vocación y estoy dispuesto a hacerla realidad y que por fin mis sueños se cumplan, y que porfín mi vida cobre sentido, sea feliz con lo que hago más del setenta por ciento de mi vida. Y poder disfrutar.

No toméis decisiones a la ligera y si para llegar a un objetivo, tenéis que invertir más tiempo en ello, si es lo que os gusta, no dudéis en repetir un tiempo, todas las veces que sean necesario y perseguir vuestros sueños. 

No os deis por vencidos y sed más listos que cualquier profesor de pacotilla.


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